Miedo a la oscuridad, a los bichos, a las alturas, a la soledad, a fallar, a lo desconocido, a arriesgar, a los payasos, al mar, al adiós, a crecer, a equivocarse de camino, a la mona lisa, a las monjas, a olvidar, al malo de la peli, a las ataduras, a las adicciones, a la rutina, al infinito, a terminar, a empezar…
Está bien, es normal. Significa que eres persona, que estás vivo, que puedes sentir. No le des más vueltas, no es más que eso.
Sí, un día puede que uno de ellos te aplaste pero sabes qué, siempre se puede reír, saltar, bailar, leer, escribir, encender la luz, bajarse de los problemas, conocer, ser libre, decir hasta luego. Es tan fácil como eso. Y cuando te des cuenta, ese miedo habrá sido el que haya hecho aparecer ese deseo que pediste a aquella estrella fugaz, a esa pestaña que se cayó o a esa vela de aniversario.
Quédate con las cosas buenas de tu vida, no pienses cuando comenzó, las cosas que te gustan es mejor que no tengan comienzo, así es más complicado encontrar el final.
Tener miedo es normal, piensa en tu próximo deseo.